A todos les gusta el queso acompañando sus comidas, o incluso solo. El queso se ha convertido en un imprescindible en la mayoría de los platos debido a sus increíbles y variados sabores y su gran versatilidad en las comidas. El queso es un gran aliado y puede combinarse con muchos otros manjares.
Los beneficios del queso
Desde carnes y embutidos, hasta panes y pastas, el queso es el acompañante perfecto para los aperitivos a cualquier hora, acompañado de un buen vino que esté refrigerado en una buena vinoteca de 4 botellas. Son muchos sus tipos, sabores y composiciones.
Lo que pocas personas conocen son las propiedades del queso. Los beneficios del queso para la salud de los seres humanos son innumerables. No es tan sólo el increíble sabor, sino también las vitaminas y minerales que aporta con su consumo regular que ayudan al cuerpo a crecer sano y fuerte.
Además de tener un alto contenido de calcio que como todos sabemos es esencial para el buen funcionamiento de los huesos de nuestro cuerpo, el queso es rico en muchos otros nutrientes vitales para obtener y mantener durante el tiempo una buena salud.
El queso fresco contiene aminoácidos esenciales para el organismo, así como grasas y minerales que se deben consumir diariamente para que el cuerpo humano funcione de la manera correcta. Además, contiene proteínas que protegen nuestros músculos de posibles lesiones.
También en una excelente fuente de potasio, lo que nos proporciona energía para nuestras actividades diarias. Así como de vitaminas y minerales dependiendo del tipo de queso que se consuma.
Tipos de queso
La mejor propiedad que nos proporciona el queso se encuentra en su gran variedad. Desde el Queso Manchego o el Idiazabal, son infinitos los tipos y sabores que se pueden encontrar en el queso.
Existen incluso tipos de queso autóctonos de ciertas partes del mundo con sus respectivos sabores únicos y particulares. Estos tipos de queso usualmente se les conoce como de fabricación artesanal, y los pueblos que los confeccionan guardan celosamente los secretos que los llevan a perfeccionar estos exquisitos y exóticos quesos.
Entre los tipos principales de quesos podemos observar que están clasificados dependiendo de la leche con la que son elaborados, dado que éste es su ingrediente principal, es por esto que se pueden separar sus tipos básicamente por el animal del que proviene la leche, es decir, queso de cabra, queso de búfalo, queso de oveja, y el más común queso de vaca.
Los derivados de estos diferentes tipos de leche y sus diferentes características en cuanto al sabor nos proporcionan distintos quesos como lo son el queso gouda, el queso azul, el queso mozzarella, el queso brie, el queso munstard, el queso cheddar, el queso parmesano, y muchísimos otros.
Lugar de origen del queso
También es posible clasificar los tipos de queso debido al lugar donde estos fueron creados, ya que cada región tiene técnicas de preparación del queso únicas y características que dependen de sus recursos, sus gustos gastronómicos y el entorno en el que se desarrolla la fabricación del queso fresco y sus proteínas.
Así podemos observar que, en el queso holandés, entre los cuales destacan el queso gouda, el queso Edam y el queso maasdam, predominan los sabores con ligera tonalidad de nueces y frutas, así como las texturas cremosas en el interior cubiertas con una capa dura y encerada.
De esta manera salta claramente a la vista que el queso es un alimento que no debe faltar en nuestros platos, y que una dieta que contenga al menos una porción moderada de queso diaria otorgará al cuerpo todos los minerales y ácidos grasos necesarios para tener una vida sana.